Desde siempre, Marvi Ugarte Farrerons ha sentido la necesidad de crear, de capturar la esencia de las cosas a través del arte. Aunque su formación comenzó en el diseño gráfico y textil, fue la pintura la que le permitió encontrar su voz propia, un lenguaje en el que cada trazo cuenta una historia y cada obra transmite una emoción compartida.

Inspirada por su abuela, la renombrada pintora Rosario de Velasco, su trabajo es un diálogo entre la tradición y la experimentación. La textura, la luz y el color se convierten en herramientas para explorar la belleza y el significado de lo cotidiano.

A lo largo de su trayectoria, ha trabajado en ilustración, restauración de arte y diseño, pero siempre regresa a la pintura como su refugio. En su obra, la materia cobra vida sobre el lienzo, en un juego de luces y sombras donde la textura adquiere un papel protagonista.